Se Vale Soñar......!!
Mujer, Vales Oro..........!!
Un cuento con Sentimiento.....
Se escucha a lo lejos los juegos y cantos de niñas que merodean por el parque central, un domingo a las diez de la mañana después de misa.
Un pueblo que con el paso del tiempo se ha encaminado por las vías del desarrollo; tierra soñada para vivir, donde las bicicletas fueron sustituidas por motocicletas, lugar donde a las siete de la mañana, el sol da los buenos días con sus imponentes y cálidos rayos. Una ciudad llena de tranquilidad: El Progreso.
Zelayi, una pequeñita de diez años, tierna, dedicada a sus estudios, buena hija, amiga de todos; la esencia de la amabilidad.
A pesar que pertenecía a una familia de gran renombre por su estabilidad económica, conservaba aún la humildad que las niñas de su edad no tenían.
Sus sueños crecieron junto con ella; se graduó de la primaria, secundaria y diversificado. El deseo de alcanzar éxito profesional la impulsó a inscribirse en la universidad y empezar sus estudios en la carrera de Administración de Empresas.
Todo marchaba a la perfección, aunque muy de vez en cuando su vida parecía mostrarse ante sus ojos de una manera muy monótona y tediosa. Conforme fue creciendo, sus necesidades fueron cambiado, Zelayi, necesitaba “algo más”, ese algo que le diera un toque de emoción a su vida.
Empezó a sentirse sola, se dio cuenta que todas sus amigas ya iban al cine y a las discotecas con sus novios, mientras tanto, ella era la que siempre quedaba sobrando. Definitivamente el rumbo tenía que seguir: de su casa para el trabajo, del trabajo para la universidad y para finalizar el día de la universidad para su casa.
Estaba por finalizar la tarde de aquel jueves, los aguaceros evidenciaban el invierno de ese año. No quedaba otra opción más que cubrirse con un paraguas y tomar el bus que la llevaba directo a la universidad. La estabilidad económica con la que contaba hace doce años ya no era la misma, hacía cinco años que sus padres habían fallecido en un accidente y el hecho de ser hija única y haberse quedado solo con “ella misma” la hacía sumergirse en una profunda soledad con frecuencia.
Caminando por una de las calles más transitadas de El Progreso, se vio obligada a atravesarse un charco; debido a la inundación; como era de esperarse, un Toyota Hilux último modelo que manejaba un “macho” paso frente a ella y la empapó dejándola casi tirada a mitad de la calle. La sangre le hervía a Zelayi, haciéndola gritarle con rabia a aquel “macho”, que era un grosero, insolente, abusivo y que no sabía respetar a una dama.
Era evidente que el brillo que irradiaba la mirada de Zelayi lo había dejado impactado y en cuestión de segundos empezó a sentirse nervioso de estar frente a la mujer más bella que había conocido en su vida.
De pronto, los insultos se convirtieron en una conversación de conocimiento mutuo que se alargó hasta las ocho de la noche en un café cercano a lugar del incidente. Números de teléfono y correos electrónicos se intercambiaron junto con las cuentas de Facebook y Twitter.
Fue gracias a ese pequeño instante de cólera, que una gran amistad surgió entre Zelayi y Favio. Para la chica universitaria: un instante bonito que jamás volvería a repetirse; para el “macho” que se convirtió en caballero: el inicio de una ilusión maravillosa.
Pasaron dos meses y Zelayi ya se había olvidado de lo sucedido cuando una llamada interrumpió su almuerzo. Para su sorpresa, era Favio, quien simplemente sólo la llamaba para saber como estaba y para saludarla. A partir de ese día, las llamadas y los mensajitos de texto fueron cada vez más constantes. Favio estaba seguro que Zelayi era la mujer con quien quería compartir el resto de su vida, y a decir verdad, Zelayi estaba segura que Favio era esa chispa que hacía falta en su monótona vida.
El sentimentalismo se notaba a flor de piel, pero a pesar de eso, Favio tenía actitudes que demostraban cierta inseguridad, y prueba de ello era que ya había pasado un año y medio y no tomaba la decisión de declararle su amor a Zelayi, quien ya se estaba cansando de esto porque llegó a pensar que Favio no quería formalizar ninguna relación con ella.
Pasaron nuevamente cuatro meses y ninguno sabía noticias del otro, Zelayi empezaba a olvidarse y a sacudirse aquella falsa ilusión cuando de repente, el teléfono volvió a sonar; era él, irrumpió en su vida nuevamente, cambiando todo el panorama y toda perspectiva de Zelayi.
Y volvió la ilusión…..a fin de cuentas, pasó lo que tenía que pasar, aquel jueves de enero inicia un noviazgo maravilloso, lleno de amor, de felicidad y de muchísimos sueños que juntos querían alcanzar.
La dulzura y sencillez de Zelayi conquistó los celos de las hermanas y la madre de Favio, doce meses después, la relación marchaba viento en popa. Zelayi no podía creer que siendo su primer novio no tuvieran los problemas muy sonados entre parejas, no podía creer que todo era color de rosa.
Estando con él, tenía la oportunidad única de desnudar el alma, dicho en otras palabras: “tenía la única oportunidad de amar realmente sin miedo a sentir, de entregar todo su ser en un beso, de dejar que su corazón palpitara mil veces por segundo, de dejar que la sinceridad reinara en cada palabra, de ser la niña necesitada de cariño, pero al mismo tiempo, la mujer que entrega con gran intensidad su pasión, su corazón, su vida, sus sentimientos, su alma desnuda”.
De esto, Favio se podía dar cuenta, y le daba infinitas gracias a Dios por haberle puesto en su camino a una gran mujer. Sin embargo, el hecho de que Favio fuera una persona muy complicada, hizo cambiar el rumbo de las cosas.
De una manera irónica y repentina, la mente de Favio insistió en persuadir al corazón. A pesar de que aceptaba que Zelayi era única en este mundo, inconcientemente empezó a pensar en querer hacerla cambiar; al mismo tiempo que le gustaba que Zelayi fuera noble y tolerante quería que lo confrontara, ya no quería ver en ella la belleza natural de mujer, sino un disfraz artificial de maquillaje, cabello teñido y accesorios y perfumes exageradamente caros.
Un mes después, Zelayi ya no aparentaba ser la misma, dejó de ser ella para convertirse en lo que él quería ver, aunque por dentro seguía siendo la niña buena. Favio al darse cuenta que no había podido cambiar la forma de ser de Zelayi, empezó a sentir aburrimiento. ¿A caso se había aburrido de un angel?
Por aparentar ante su familia y la sociedad, y por miedo a quedar solo, empezó a fingir cínicamente un amor que por sus propios traumas había dejado de sentir.
Conocía perfectamente a Zelayi, y llegó al punto de saber como manejar su vida, como dominarla y hacer con ella lo que quería. Empezaron a surgir los desplantes, y fue entonces cuando el corazón de Zelayi empezó a sentirse herido.
A pesar de eso, Zelayi con dulzura y con ternura intentó arreglar esa situación tan desagradable, sabía que el ser humano puede razonar y tiene boca para poder hablar. Con los ojos llorosos le pidió a Favio que volviera a ser el hombre del que se había enamorado. Él reconociendo su error se disculpó y prometió volver a ser el mismo de antes.
Lamentablemente la larga plática de esa noche fue en vano, simplemente fueron falsas promesas que llenaron de mentira los labios de Favio. Todo empeoró, cada vez la relación era más tormentosa, Favio cada vez más distante, sin importarle lo que Zelayi estaba sintiendo, sin importarle que Zelayi se moría de la angustia, intriga y la desesperación.
Pasaron dos días, siete días, hasta que se llegó el quinceavo día sin una llamada ó visita de Favio; fue entonces cuando Zelayi tomó el teléfono y en medio de llantos terminó con una relación que había durado casi dos años.
Ya no veía las cosas color de rosa, y la nube en la que viajaba se había derrumbado, era algo que nunca hubiese querido hacer, pero por el respeto que como mujer se tenía, y por ya no sentir más que estaba siendo “utilizada” decidió defender su dignidad, aunque eso implicara abandonar a la persona que tanto amaba.
Y volvió la soledad…..su alma desnuda se había vestido de tristeza, sentía que su mundo se había derrumbado y a pesar que prefería el helado en vez del “guaro” para curar las penas, el vacío permanecía, y el dolor se hacía aún más grande al darse cuenta que el caballero que había vuelto a convertirse en “macho” se ahogaba en su propio orgullo.
Él, que la creía a ella como un angelote en la tierra, como una bendición para su vida, fue el mismo que un día la despreció ¿Por qué despreciar y hacerle daño a un angel? Un angel que se había guardado solo para él, que no le entregó la carne, sino el alma y el corazón, el hecho de saber que había dado lo mejor en la relación la tranquilizaba, comprendiendo que a lo mejor el destino ya estaba marcado de esa manera y pasó lo que tenía que pasar.
Con el paso de los días, Zelayi aprendió a aceptar la realidad, aunque estaba consiente que no sería fácil superarlo tan rápido, sobre todo porque su autoestima había desaparecido; al mismo tiempo sabía que como mujer vale mucho, y que lo único que quedaba por hacer era levantar la mirada y esperar a que el corazón sanara.
No es un cuento que termina en un final feliz o un trágico desenlace, sino la vida de una mujer que aún continúa, una mujer que aún sabe lo que es y que anhela encontrar el verdadero amor con el que toda su vida ha soñado, un amor que no solamente se necesita; que también se siente, que es capaz de vencer cualquier obstáculo, que permite la entrega total e incondicional, un amor que nunca desvanece, que cada día se alimenta con el respeto y caricias sinceras llenas de dulzura y cariño; un amor que sencillamente “es” y nunca deja de ser por el simple hecho de existir.
Sobre Ruedas......!!
Un acontecimiento muy especial en mi vida: mi cumpleaños número 10...!!!! mis papás me tomaron de la mano y dispuestos a dar un paseo salimos de casa. Nuestro destino, el lugar donde comprarían mi regalo...! ese regalo que tanto había soñado, por fin tuve en mis manos una cajota negra con un par de patines....! Recuerdo que llegué a mi casa y lo primero que hice fue empezar a patinar, desde ese día el piso de mi casa solo se mantenía rayado debido a las ruedas y aunque mis piernas también estuvieran rayadas y con golpes debido a las caídas yo estaba felíz porque ya estaba aprendiendo a brincar desde las gradas de mi casa.....!
Este fin de semana pasado mi casa se llenó de familia y para mi sorpresa un primo traía bajo el brazo un par de patines color rojo.....! Adivinen que? los ojos me brillaron y lo primero que hice fue probármelos. Con miedo a caerme me los puse y nuevamente el piso volvió a estar rayado a excepción de mis piernas porque ONCE AÑOS DESPUÉS, descubrí que aún podía correr sobre ruedas...................!!!
Vista panorámica (jejeje)...